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La trampa de la IA: más rápida, pero no infalible
La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) llegó para cambiar la práctica legal. Redacta contratos en minutos, revisa jurisprudencia en segundos y hasta genera escritos judiciales en tiempo récord. Pero hay una trampa en todo esto: ser rápido no significa ser preciso.
El problema no es que la IA cometa errores, sino que muchos abogados la usan como si fuera infalible. Y eso es un error fatal.
El caso que lo cambió todo: abogados sancionados por confiar ciegamente en la IA
En EE.UU., dos abogados presentaron un escrito ante la corte con referencias a jurisprudencia inexistente. No era un caso de negligencia deliberada, sino de confianza ciega en ChatGPT. ¿El resultado? Una multa de 5.000 dólares y un golpe a su credibilidad profesional (fuente).
Y esto no es un caso aislado. Un abogado en España presentó una querella citando el Código Penal colombiano en lugar del español, porque copió y pegó sin verificar. La IA puede hacer maravillas, pero si no revisás su trabajo, el error es tuyo, no del algoritmo.
¿Cómo juega la IA en contra del abogado?
🔹 Alucina respuestas: No distingue entre lo real y lo inventado, pero lo presenta con total seguridad.
🔹 No comprende el contexto legal: Puede generar argumentos válidos, pero sin entender la estrategia global del caso.
🔹 No reemplaza el juicio humano: La IA no piensa, no interpreta ni tiene criterio. Solo predice patrones de palabras.
La solución: IA + inteligencia humana
Si pensás que la IA va a reemplazar a los abogados, te equivocás. Lo que sí va a desaparecer son los abogados que no la sepan usar con criterio.
Para evitar la trampa de la IA:
✔ Revisá todo lo que genera. La IA ayuda, pero vos sos el responsable.
✔ Capacitá a tu equipo. La IA es una herramienta, pero no funciona sin profesionales que la supervisen.
✔ No la uses como única fuente. Cruzá información, verificá jurisprudencia y chequeá fuentes oficiales.
La manipulación encubierta de la IA: te hace creer que sabes más de lo que realmente sabes.
La inteligencia artificial es la mejor aliada del abogado moderno. Pero solo si la usás con un método de depuración de errores.
Si te apoyás demasiado en ella sin supervisar, la pregunta no es si te va a hacer cometer un error… sino cuándo.
👉 ¿Usás IA en tu despacho? ¿Cómo asegurás que no te juegue en contra?
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